En junio de 1884 (en Paris, Francia), dos ingenieros de la empresa Eiffel, Maurice Koechlin y Émile Nouguier (jefe de la oficina de proyectos y el jefe de la oficina de métodos, respectivamente) estudian el proyecto de una torre metálica de 300 metros. Esperan poder hacer de ella el centro de atención de la Exposición Universal de 1889.
El 6 de junio exactamente, Maurice Koechlin realiza el primer croquis del edificio. El dibujo representa una torre de 300 metros de altura, donde las cuatro caras curvas están unidas por plataformas cada 50 metros hasta llegar a la cumbre. Gustave Eiffel dice no estar interesado en el proyecto, sin embargo, les concede a los diseñadores la autorización para proseguir con el estudio. Stephen Sauvestre, arquitecto en jefe de la empresa Eiffel es llamado para colaborar en el proyecto y vuelve a dibujar completamente el edificio para darle otra magnitud: añade un pesado pie de mampostería y une la torre hasta el primer piso mediante arcos, reduce el número de plataformas de cinco a dos, hace del diseño de la torre algo parecido a un faro, entre otros cambios.
El 6 de junio exactamente, Maurice Koechlin realiza el primer croquis del edificio. El dibujo representa una torre de 300 metros de altura, donde las cuatro caras curvas están unidas por plataformas cada 50 metros hasta llegar a la cumbre. Gustave Eiffel dice no estar interesado en el proyecto, sin embargo, les concede a los diseñadores la autorización para proseguir con el estudio. Stephen Sauvestre, arquitecto en jefe de la empresa Eiffel es llamado para colaborar en el proyecto y vuelve a dibujar completamente el edificio para darle otra magnitud: añade un pesado pie de mampostería y une la torre hasta el primer piso mediante arcos, reduce el número de plataformas de cinco a dos, hace del diseño de la torre algo parecido a un faro, entre otros cambios.